En Madrid, los parquímetros se están uniendo a la lucha contra la contaminación del aire. A partir del 1 de julio, esos parquímetros «inteligentes» de la capital española cobrarán tasas de aparcamiento más altas a los vehículos que consumen más combustible o emiten más gases contaminantes.
El funcionamiento del sistema
El sistema es el primero de su tipo en el mundo. La idea es simple: los vehículos con menos emisiones serán subsidiados y los más contaminantes serán castigados.
Después de ubicar un espacio de estacionamiento, los conductores deberán ingresar el número de placa del vehículo en un teclado del parquímetro, el cual está conectado en red a la base de datos de registros vehiculares de España. El medidor fijará una tarifa de aparcamiento basada en la edad y el modelo del coche. Los híbridos y otros autos nuevos que consuman menos combustible tendrán un descuento de hasta un 20 por ciento, mientras que los vehículos más viejos y con motor diésel o que usen sólo gasolina pagarán la tarifa completa.
Madrid comenzó la introducción de parquímetros inteligentes en 2006 y cuenta con cerca de 4.000 de ellos. Hasta ahora, sin embargo, la ciudad no había hecho pleno uso de sus capacidades. Además de fijar las tasas en función de la antigüedad y el modelo de un coche, los medidores también se utilizarán para desalentar el estacionarse en zonas congestionadas.
Al estar vinculados con sensores que determinan cuántas plazas de aparcamiento están disponibles en un área, los parquímetros pueden ser utilizados también para imponer un recargo cuando se usan calles en donde ya se han toman la mayoría de los espacios.
Motivo de la medida
Madrid tiene un gran problema con la contaminación ambiental. Actualmente se incumple con las normas de calidad del aire exigidas por la Unión Europea, en especial las referidas a las emisiones de vehículos de motor. Las autoridades municipales esperan que los propietarios de los vehículos más contaminantes, cuando se enfrenten a tasas de aparcamiento más altos, opten por conducir menos y tomar el transporte público más a menudo. O, si se puede, cambien a un modelo más amigable con el ambiente.
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