El mismo equipo británico que hoy en día ostenta el récord velocidad para un vehículo terrestre, intentará llegar a las 1.000 mph (1.609,34 km/h).
En 1997, esos entusiastas de la velocidad, usando el Thrust SSC, lograron romper el récord que muchos perseguían: batir la barrera de sonido con un vehículo terrestre. En esa ocasión, la velocidad promedio registrada fue de 763.035mph o Mach 1.020 (unos 1.228 km/h).
El nuevo reto
Ya lograda esa meta, ahora se propusieron ir un poco más allá, y ¿por qué no?, tratar de alcanzar las 1.000 mph o Mach 1.4. Para eso, han diseñado un vehículo (más bien un cohete con ruedas) llamado Bloodhound SSC, que según sus estudios y cálculos, si permite esa hazaña.
Pero más allá de haber superado los obstáculos tecnológicos, el problema más bien es monetario. Para hacer realidad este nuevo proyecto necesitan 17 millones de dólares. La cifra es un poco escandalosa, más si consideramos que el mundo está en un período de recesión económica.
Aparte del reto personal y lo interesante de aplicar todos los conocimientos científicos, mecánicos, de diseño e ingeniería, el equipo defiende su proyecto indicando que puede servir de inspiración a jóvenes estudiantes para que se decidan a graduarse en carreras tecnológicas, que serían de mucha utilidad para el país.
Modelo a escala
No pierden las esperanzas de reunir ese capital, gracias a aportes y donaciones de personas, organizaciones y empresas que quieran apoyar esta proeza de la tecnología.