La oficina del transporte de Londres (Transport for London), piensa probar durante seis meses un dispositivo diseñado para reducir los accidentes de tráfico y el consumo de combustible limitando electrónicamente la velocidad de los vehículos.
El sistema, denominado Intelligent Speed Adaptation o ISA, será instalado en esta fase de prueba, en un taxi, un autobús y veinte vehículos del gobierno, para controlar la velocidad dentro de los márgenes legales y evitar que sus conductores puedan superar esos límites. El dispositivo es capaz de reducir la velocidad de un auto en contra de los deseos de la persona al volante. De forma alternativa, el ISA ofrecerá un método de supervisión, que simplemente informará al conductor cuando alcance el límite de la vía en la que se encuentre.
Si la fase de pruebas se cumple con éxito, es probable que la tecnología del proyecto sea ofrecida en cuestión de 12 meses a todos aquellos conductores que así lo deseen. Su implementación será absolutamente voluntaria.