Para diseñar la Xbox One usaron cientos de prototipos

No hay duda que la Xbox One es una impresionante pieza de hardware. Apartando la calidad de los juegos, la consola en sí es agradable. Pero una vez que un producto llega a las tiendas, es fácil olvidar que el mismo tuvo que ser diseñado desde cero. Desde artefactos domésticos como tostadoras, hasta equipos electrónicos como las consolas de juego, todos los dispositivos que usamos a diario han pasado por una gran cantidad de pruebas y un sinnúmero de horas-hombre, hasta perfeccionar esas obras de tecnología. Y la Xbox One no es la excepción.
En una entrevista, Carl Ledbetter (jefe de diseño de la Xbox One), explicó que se crearon muchísimos prototipos antes de estar conformes con la versión definitiva de la consola.
Con la ayuda de una impresora 3D, Ledbetter y su equipo hicieron más de 75 versiones de la consola, unas 100 versiones de la Kinect y como 200 versiones del mando de control. Con cientos de combinaciones disponibles, el equipo tuvo que probar una gran variedad de ajustes y opciones, antes de llegar al diseño final.