La aerolínea japonesa All Nippon Airways (ANA) piensa implementar una nueva estrategia, que ayudará a ahorrar combustible e igualmente a reducir las emisiones de dióxido de carbono.
Pero no es una tecnología sofisticada ni mucho menos. Se trata de simplemente pedir a los pasajeros que pasen por el baño, antes de abordar la aeronave.
¿Qué tiene que ver ésto con el ahorro de combustible?. Pues, aplicando simple física la cosa toma sentido. Mientras menos pese una persona, menor será la cantidad de combustible requerida para dar el impulso necesario al avión para que realice su vuelo. Y al consumir menos combustible, también se reducen las emisiones de dióxido de carbono.
Una persona adulta puede contener en su vejiga urinaria hasta casi medio kilo de líquido. En un Boeing 767 viajan unos 216 pasajeros. Haciendo cuentas, tenemos que el peso que debe transportar el avión se reduciría en 108 kilogramos. Un cálculo parecido puede aplicarse en el caso de las «otras» necesidades.
La aerolínea ha estimando que, si sólo la mitad de los pasajeros usaran el baño antes de abordar, la cantidad de dióxido de carbono liberado a la atmósfera se reduciría en 4,2 toneladas por mes. Y claro que también se consumiría menos combustible, lo que a su vez representa un ahorro de dinero.